Descubre cuántas proteínas, carbohidratos y grasas necesitas al día para alcanzar tus metas de salud y fitness. Si quieres perder grasa, ganar masa muscular o simplemente sentirte mejor, esta calculadora te lo pone fácil.
Habla con un nutricionista que entienda tus objetivos, ya sea perder grasa, ganar músculo o simplemente mantenerte en forma. Ellos se encargarán del plan, tú solo preocúpate por disfrutar el proceso.
Seguro que has oído hablar de los "macros"alguna vez, ¿no? Ese término que parece estar en boca de todo el mundo fitness. Bueno, te lo explico fácil: los macronutrientes (o macros) son las proteínas, los carbohidratos y las grasas, y son los responsables de casi todo lo que pasa en tu cuerpo relacionado con la energía, el crecimiento y la recuperación. Calcularlos no es solo para los culturistas o los atletas de élite, sino para cualquiera que quiera comer mejor y lograr sus objetivos, ya seaperder grasa, ganar músculo o simplemente sentirse mejor.
Imagina que estás intentando perder grasa. En lugar de simplemente "comer menos", calculas tus macros y sabes que necesitas más proteínas para mantener el músculo y menos carbohidratos para ayudar a quemar grasa. ¿Quieres ganar músculo? Entonces necesitas más calorías en forma de carbohidratos y proteínas, pero sin pasarte con las grasas. Es como un plan a medida que guía cada comida que haces.
Ahora que ya sabes para qué sirve calcular los macros, quizás te estés preguntando:
¿Es esto algo que debería hacer yo?La respuesta corta es:depende de tus objetivos y de cuánto control quieras tener sobre tu dieta.
No todos necesitan hacerlo, pero si estás buscando resultados específicos, puede ser una de las mejores herramientas para lograrlo.
Si estás intentandoperder grasa, ganar músculo o simplemente mantener tu peso de forma saludable, calcular los macros te da un control absoluto sobre tu alimentación. Por ejemplo, si quieres perder grasa, saber cuántos carbohidratos reducir y cuánta proteína necesitas para mantener tu músculo hace toda la diferencia. Y si tu objetivo es ganar músculo, ajustar tus macros para un superávit calórico con suficientes proteínas y carbohidratos es la clave.
A veces sentimos que estamos haciendo todo bien, pero no vemos los resultados esperados. Puede ser porque estás comiendo más o menos de lo que piensas. Aquí es donde calcular los macros entra en juego. Al conocer tus números exactos, eliminas el "factor sorpresa" y sabes exactamente qué ajustar.
Si no tienes un objetivo específico y simplemente quieres mantener una dieta equilibrada, puede que no sea necesario calcular macros al detalle. Muchas personas logran resultados positivos al enfocarse en comer alimentos saludables y prestar atención a señales de hambre y saciedad. Perosi tienes metas claras y quieres maximizar tu progreso, calcular los macros puede ser el cambio que necesitas.
Calcular los macros es como usar un mapa para llegar a tu destino: no siempre es obligatorio, pero cuando tienes un objetivo claro, definitivamente te ayuda a llegar más rápido y sin perderte en el camino. Si sientes que estás listo para tomar el control total de tu dieta y llevar tus resultados al siguiente nivel, ¡es el momento de empezar!
Calcular los macronutrientes es un proceso técnico que requiere una comprensión básica de cómo funciona el metabolismo energético y de las necesidades específicas del cuerpo según factores individuales como el peso, la altura, la edad, el sexo, el nivel de actividad física y los objetivos personales. Vamos a desglosarlo de manera técnica y sencilla para que puedas entender cómo funciona y por qué es tan efectivo.
Todo cálculo de macronutrientes comienza con la identificación delgasto energético diario (GED), que representa la cantidad total de calorías que tu cuerpo utiliza en un día. Esto incluye:
La fórmula más común para estimar la TMB es la ecuación de Harris-Benedict, que se adapta según el sexo:
Una vez obtenida la TMB, se multiplica por un factor de actividad física para estimar el GED. Los factores de actividad van desde 1.2 (sedentario) hasta 1.9 (muy activo). Esto proporciona una base calórica que luego se ajusta según el objetivo personal (mantenimiento, pérdida de grasa o ganancia de músculo).
Después de determinar las calorías diarias, el siguiente paso es distribuirlas entre proteínas, carbohidratos y grasas según directrices estándar:
La elección de los porcentajes específicos dentro de estos rangos depende del objetivo y las necesidades individuales. Por ejemplo, para perder grasa, se priorizan las proteínas para preservar la masa muscular, mientras que para ganar músculo se aumenta la proporción de carbohidratos y grasas para sostener el superávit calórico.
Es importante tener en cuenta que cada persona es diferente, y factores como el porcentaje de grasa corporal, la genética, la actividad hormonal y las preferencias alimenticias también deben ser considerados al calcular los macros. Por ello, herramientas como calculadoras personalizadas o la ayuda de un profesional de la nutrición son fundamentales para obtener resultados precisos.
Esta es una de las preguntas del millón. Si estás metido en el mundo de la nutrición, seguro que has escuchado debates sobre si lo que importa son las calorías o los macronutrientes. La verdad es que, aunque ambas cosas son importantes,dependen mucho de tu objetivo y contexto.
Vamos con lo básico: las calorías son la energía que tu cuerpo necesita para funcionar. Si consumes más calorías de las que quemas, ganas peso. Si consumes menos, pierdes peso. Es así de simple. Por eso, para objetivos como perder grasa o ganar músculo, el control calórico es el punto de partida. Sin un déficit calórico, no quemarás grasa, y sin un superávit calórico, no construirás músculo, por más que tengas los mejores macros del mundo.
Aquí es donde los macros entran en escena. Imagina que tus calorías son como el dinero que gastas en el supermercado. Los macros serían cómo decides gastar ese dinero: en proteínas, carbohidratos o grasas. Puedes estar en un déficit calórico (gastando menos de lo que ganas), pero si comes muy poca proteína, por ejemplo, podrías perder músculo en lugar de grasa. O si comes demasiados carbohidratos en un superávit calórico, podrías ganar más grasa que músculo.
Entonces, ¿cuál es más importante? La respuesta es que ambos trabajan juntos. Las calorías son la base, pero los macros determinan la calidad de esos resultados. Si solo te enfocas en las calorías, podrías terminar comiendo alimentos pobres en nutrientes que no favorecen tus objetivos. Si solo te enfocas en los macros, podrías comer las proporciones correctas, pero en cantidades equivocadas que no se alinean con tu meta.
Imagina que tienes un déficit calórico para perder grasa. Si no consumes suficiente proteína, podrías estar perdiendo masa muscular junto con la grasa. Ahora, si comes suficientes proteínas y ajustas los carbohidratos y las grasas, maximizarás la pérdida de grasa mientras preservas el músculo. Lo mismo pasa en un superávit: necesitas controlar los macros para asegurarte de que estás ganando músculo y no solo grasa.
Esta es una de las preguntas más comunes cuando alguien empieza a contar macros:
¿Puedo comer cualquier cosa siempre que encaje en mis números?
Aunque técnicamente podrías hacerlo, la calidad de los alimentos que consumes tiene un impacto enorme en tu salud, rendimiento y, a largo plazo, en cómo te sientes día a día.
Aunque una caloría es técnicamente una unidad de energía,la fuente de esas calorías importa mucho más de lo que parece. Por ejemplo, 200 calorías de pollo a la plancha no tienen el mismo efecto en tu cuerpo que 200 calorías de una galleta industrial. El pollo te proporciona proteínas de alta calidad y micronutrientes esenciales, mientras que la galleta aporta principalmente carbohidratos simples y grasas saturadas con poco valor nutricional.
Los ultraprocesados tienden a ser altos en calorías, pero pobres en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fibra. Esto puede llevar a deficiencias nutricionales incluso si estás cumpliendo tus macros. Además, estos alimentos suelen ser menos saciantes, lo que significa que podrías sentir más hambre y terminar comiendo más de lo necesario. Sin mencionar los efectos negativos en tu salud a largo plazo, como el aumento de inflamación, resistencia a la insulina o problemas cardiovasculares.
Optar por alimentos mínimamente procesados, como frutas, verduras, carnes magras, pescados, legumbres y cereales integrales, no solo te ayuda a cumplir con tus macros, sino que también mejora tu salud general. Estos alimentos son más densos en nutrientes, más saciantes y favorecen una mejor digestión, lo que a su vez optimiza tu rendimiento físico y mental.
Eso no significa que nunca puedas disfrutar de un alimento ultraprocesado. Una galleta, un helado o una pizza pueden formar parte de una dieta equilibrada si se consumen con moderación y encajan en tus números.La clave está en que la mayoría de tus macros y calorías provengan de alimentos de alta calidad, dejando espacio ocasional para esos antojos que te hacen feliz.
Ganar masa muscular no es solo cuestión de entrenar duro en el gimnasio; también necesitas una estrategia nutricional sólida para apoyar tu objetivo. Aquí es donde entra en juego el reparto de macronutrientes, que debe estar ajustado para maximizar el crecimiento muscular y optimizar la recuperación.
Para ganar músculo, necesitas consumir más calorías de las que quemas, lo que se conoce como un superávit calórico. Sin embargo, este superávit debe ser moderado; no necesitas comer como si fuera un buffet libre, ya que un exceso calórico excesivo podría llevar a un aumento innecesario de grasa corporal. Por lo general,un superávit del 10-20% sobre tu gasto energético diario (GED) es suficiente para ganar músculo de manera eficiente.
Asegúrate de incluir alimentos ricos en nutrientes y de alta calidad en tu dieta. Algunas opciones ideales para ganar músculo son:
Perder grasa no se trata solo de comer menos, sino de hacerlo de forma estratégica para maximizar la pérdida de grasa mientras se preserva la masa muscular. Aquí es donde un buen reparto de macronutrientes juega un papel clave, asegurándote de que estás alimentando tu cuerpo de la manera correcta mientras creas un déficit calórico.
Perder grasa requiere estar en un déficit calórico, lo que significa consumir menos calorías de las que quemas. Sin embargo, este déficit debe ser controlado: demasiado grande puede llevar a pérdida de músculo y ralentización del metabolismo, mientras que demasiado pequeño puede hacer que los resultados sean lentos y desmotivadores.Un déficit del 10-25% sobre tu gasto energético diario (GED) es ideal, dependiendo de qué tan agresiva quieras que sea la pérdida de grasa.
Durante una fase de pérdida de grasa, es clave distribuir tus comidas para mantenerte lleno y evitar picos de hambre. Divide tus macros en 4-5 comidas diarias, asegurándote de incluir una fuente de proteína en cada una. Esto no solo ayuda a preservar músculo, sino que también mantiene tu metabolismo activo durante el día.
Prioriza alimentos densos en nutrientes y bajos en calorías. Esto te permite comer más volumen sin excederte en calorías. Algunas opciones ideales incluyen:
Cuando tu objetivo es mantener tu peso y composición corporal actuales,la clave está en encontrar el equilibrio perfecto entre las calorías que consumes y las que quemas. Pero eso no significa que puedas relajarte del todo; ajustar tus macronutrientes sigue siendo importante para garantizar que te sientas bien, tengas energía y mantengas tu salud general.
Para mantener tu peso, necesitas consumir aproximadamentela misma cantidad de calorías que quemas a lo largo del día. Esto se conoce como tu gasto energético diario (GED). Mantener este equilibrio no solo evita fluctuaciones de peso, sino que también ayuda a estabilizar tus niveles de energía y rendimiento físico.
Mantener el peso no significa comer de forma aburrida o monótona. Puedes dividir tus macros en 3-5 comidas diarias según lo que mejor se ajuste a tu rutina. Por ejemplo, una comida rica en proteínas y carbohidratos después de entrenar puede ayudarte a recuperar energía, mientras que una cena equilibrada con grasas saludables puede ser ideal para terminar el día.
En una fase de mantenimiento, lo más importante es incluir una variedad de alimentos ricos en nutrientes para cubrir todas tus necesidades. Aquí tienes algunas opciones ideales: